¿Parto en casa después de una cesárea?. Si, se puede.




En los últimos años se ha disparado de forma alarmante la tasa de cesáreas. La cesárea no es una forma de nacer normal, se trata de cirugía mayor y entraña sus riesgos. Actualmente el 28 por ciento de mujeres en España( con variabilidad entre el 15 y el 45 por ciento según el hospital o clínica) dan a luz con cesárea.

El sentido común nos hace sentir que NO es posible que una de cada tres mujeres no tenga capacidad para parir. Y eso nos confirma que por lo menos la mitad de esas cesáreas son innecesáreas.

Una cesárea proyecta una larga sombra sobre el resto de la vida reproductiva de una mujer. Si ya es difícil conseguir un parto fisiológico no dirigido y respetado para una mujer sin cesárea anterior, para una que la tiene se convierte en toda una carrera de obstáculos.

La mayoría de hospitales que tienen protocolo de atención al parto natural no atienden de este modo los Partos Vaginales después de Cesárea (PVDC) por considerarlos de alto riesgo. El protocolo de actuación para asistir PVDC en muchos hospitales actualmente incluye medidas como monitorización continua y/o interna, epidural, y forceps o ventosa para abreviar el expulsivo. Esto en el mejor de los casos, porque en la sanidad privada, solo por el simple motivo de tener una cesárea anterior ya practican una cesárea programada a cerca del 90% de las mujeres. 

Todo ello implica un riesgo mayor para la madre y para el bebé. Los riesgos de una monitorización interna, como desprendimiento de placenta y perforación uterina; los propios de una cesárea, como hemorragia postparto, histerectomía, daños al bebé, mayor riesgo de prematuridad yatrogénica, mayor riesgo de mortalidad neonatal ( 2,9 veces superior),y mayor mortalidad materna. Cierto que son riesgos raros, pero deberían ponerse en la misma balanza del riesgo "raro" de una rotura uterina.

Las mujeres que desean un  PVDC en casa son mujeres que investigan, se informan, leen, se meten en foros como el de apoyocesáreas, luchan, muchas aprenden tanto que saben más que muchos médicos sobre parto natural y respetado: es como si quisieran hacer un master de saber parir. Se leen toda la bibliografía habida y por haber. Entonces un PVDC es mucho más que un parto, es un triunfo para esa madre, para esa familia y para ese bebé.

Adaptado de artículo de Inma Marcos. Comadrona Independiente.




Inducción del parto. ¿Tiene efectos secundarios?



  En muchos casos la inducción artificial del parto es necesaria por algun motivo Obstétrico que podría resultar en un riesgo para la salud de la madre o del bebé si no se adelanta el nacimiento. El motivo mas común es el embarazo prolongado y el segundo es la rotura de la bolsa. Otras indicaciones comunes son diabetes, preclampsia y restricción del crecimiento fetal. Sin embargo, en demasiadas ocasiones el parto se provoca por razones que no tienen fundamento en la evidencia científica (ej. bebé grande, historia de partos cortos) o incluso que son ajenas al embarazo (ej. conveniencia de la mujer o disponibilidad de fechas). De hecho, la inducción del parto por conveniencia es una practica cada vez mas extendida en la atención privada y su popularidad esta basada en la falsa creencia de que no supone ningún riesgo y que una vez que el parto haya comenzado no es diferente de un parto que comenzó de forma espontánea. Desafortunadamente no es así. El desencadenamiento del parto depende de una serie de factores químicos y hormonales. La investigación científica muestra que el principal de estos factores proviene del bebé y no de la madre. Por tanto es el sistema nervioso y endocrino del bebé el que busca el momento idóneo para el comienzo del parto. Forzarle a nacer antes de tiempo sólo se debe hacer si de verdad hay una justificación clara.

   Sin embargo, durante las últimas décadas, ha habido un alarmante incremento en la incidencia de partos provocados. De apenas un cinco por ciento de inducciones en los años setenta se ha pasado a cifras que, en muchos hospitales, rondan o superan incluso el 25% (datos de la Comunidad Valenciana en el año 2005: 26.37% en los centros públicos y 42.25% en centros privados (LINK)). Estas cifras sobrepasan con creces las recomendaciones de la OMS que sostiene que  "ninguna región geográfica debe tener un índice de partos inducidos mayor al 10%".

  Existen varios métodos utilizados para provocar el parto, unos más efectivos que otros, pero en general se usan hormonas sintéticas. La mas utilizada de estas hormonas es la oxitocina. Sobre el útero, esta hormona sintética produce el mismo efecto que la del propio organismo: provoca contracciones de parto. Sin embargo, existe un órgano en el cual el efecto de la oxitocina sintética es diametralmente opuesto al de la del propio cuerpo. Este órgano está involucrado en el proceso del parto con funciones igual o más importantes que las del útero. Este órgano es el cerebro. La oxitocina producida por el cuerpo de la parturienta se fabrica precisamente en el cerebro; por tanto cuando se produce, el lugar donde mas concentración hay, es el cerebro y no el útero.

La oxitocina es la hormona del amor (no será tan mala ¿no?).

  En el cerebro, la oxitocina es la "hormona del amor". Se la llama así porque sus mayores niveles de producen en los momentos en los que el sentimiento de amor aflora de una forma mas intensa: durante el parto, durante los momentos de lactancia y durante el acto sexual. Es la hormona que a todos los seres humanos nos produce esos momentos de sentimiento de amor extremo en el que podríamos decir "moriría por ti".

  Existen dos versiones del efecto de la Oxitocina como hormona del amor. El amor de pareja, cuando la oxitocina se segrega junto con endorfinas y el amor maternal, cuando la oxitocina se segrega junto con endorfinas y con otra hormona llamada prolactina.

   Cuando se administra Oxitocina intravenosa a una mujer de parto el efecto es radicalmente opuesto. La Oxitocina administrada desde fuera no es capaz de atravesar la barrera química entre sangre y cerebro (llamada barrera hematoencefálica). No es sólo que al cerebro de la mujer, prácticamente no llegue la oxitocina admnistrada, sino que además la mujer deja de producir su propia oxitocina. Esto es porque cuando hay suficiente oxitocina en sangre, hay mecanismos de compensación por los que se anula que se siga produciendo en el cerebro. La naturaleza tiene previsto que el dolor del parto procedente de las contracciones del útero esté compensado por el sentimiento de amor-placer procedente de la oxitocina natural en el cerebro. Esto es lo que explica por qué la sensacion de las contracciones del parto se torna insoportable en cuanto comienza la infusion de oxitocina: se incrementa la acción en el útero pero se aniquila la acción en el cerebro que compensaba el dolor. La consecuencia es la necesidad imperiosa de analgesia epidural o similar.

  De hecho, estadísticamente se ha constatado que existe una mayor medicalización en los partos inducidos. Este tipo de partos desemboca en una cascada de intervenciones obstétricas (epidural, monitoriación contínua y a veces interna, restricción de movimientos, situaciones de sospecha de sufrimiento fetal, exploraciones vaginales, partos más lentos, etc) que incrementan las posibilidades de tener un parto mediante cesárea o con necesidad de fórceps o de ventosa, que alcanzan la cifra de hasta un 60% en primerizas.

  Cuando se analizan las estadísticas de inducciones en los diferentes hospitales se aprecia un correlación muy alta con las estadísticas de  cesáreas. En los centros con índices de inducciones bajos (del orden del 10%), el índice de cesáreas suele ser aceptable (10-15%). En cambio en centros en los q el índice de inducciones el alto (en torno al 40%), el índice de cesáreas suele también ser del mismo orden.

  La oxitocina se produce durante todo el parto desde el momento en el que empiezan las contracciones, y alcanza el nivel en sangre más en el momento en que el bebé acaba de nacer y la madre lo mira extasiada. Ese pico de oxitocina es el que en un parto natural no intervenido provoca el reflejo de eyección de la placenta para expulsarla.

  Se produce en el cerebro del bebé durante todo el proceso del nacimiento desde que empieza a ser abrazado por las contracciones y alcanza su momento mas alto en niveles de sangre del bebé cuando este acaba de nacer y abrazado por su madre la huele, la oye, la toca, y la mira a los ojos. En este momento ambos se enamoran.

  La oxitocina se produce durante todo el tiempo que dura una tetada, pero el momento mas alto de sus niveles en sangre ocurre cuando el bebé realiza la succión y esta hormona produce el reflejo de eyección de la leche para expulsarla.

  La  oxitocina se produce durante todo el tiempo que dura un acto sexual y alcanza su nivel máximo en sangre en el momento del orgasmo. En el varón este pico de Oxitocina es el responsable del reflejo de eyección del semen.

Motivos habituales para provocar el parto:

Gestación prolongada:

  Mucha gente cree que el riesgo de que un embarazo se prolongue se debe a que el bebé crezca demasiado. No es cierto; como se explica más abajo, en el apartado sobre bebés demasiado grandes, este no es un motivo justificado para provocar el parto. El riesgo real que aparece cuando se prolonga el embarazo no tiene que ver con el parto, sino sólo con el propio embarazo. Se trata del riesgo de que un bebé pueda morir antes de nacer. Este riesgo existe en cualquier momento del embarazo, pero al prolongarse más de 40 semanas, aumenta. Se ha confirmado estadísticamente que, en concreto, al cumplir 37 semanas han muerto 1 de cada 3000 bebés dentro del útero, al cumplir 42, han muerto 1 de cada 1000, y al cumplir 43, han muerto uno de cada 500 bebés. Pero para realizar protocolos clínicos no bastan los datos estadísticos; es necesario confirmar que la inducción del parto, es realmente efectiva. Pues bien ¿a partir de qué momento merece la pena provocar el parto?. La respuesta nos la dan los estudios aleatorizados. La conclusión de estos estudios es que con un protocolo de ofrecer inducción rutinaria del parto antes de cumplir 41 semanas no se salvan vidas de bebés, pero si se ofrece después de haber cumplido 41 semanas o más, entonces sí. Y además se ha comprobado que con estas inducciones no se aumenta el riesgo de cesárea, pues ya está aumentado de por sí sólo por el hecho de ser embarazo prolongado. Por eso, entre las 41 y 42 semanas es el momento en que la mayoría de los protocolos ofrecen la inducción. Con esta información en la mano, y teniendo en cuenta también la información adicional sobre otros factores que se mencionan en este artículo, yo considero que la mujer es quien tiene la última palabra. Si la mujer decide esperar yo recomiendo un control mediante monitorización cada cierto número de días. Es importante saber que el factor que probablemente más influye para que un embarazo se prolongue es el estrés mental. Es conveniente pues buscar las condiciones en este momento de la vida para estar en un ambiente de calma, de serenidad y de amor. Salvo alguna contraindicación concreta, es adecuado también mantener la vida sexual tan activa como se desee.

Rotura de bolsa sin estar de parto:

  La rotura prematura de membranas ocurre en aproximadamente uno de cada diez embarazos. El principal riesgo que aparece en este momento es el de infección de la madre o del bebé, que puede ocurrir en los días o semanas siguientes. La vía de entrada de esta infección es desde la vulva y vagina hacia el líquido amniótico. Por ello, la actitud más generalizada es la inducción del parto en las siguientes 12-24 horas. La evolución natural de una mujer que ha roto la bolsa es ponerse de parto en los días siguientes. En concreto, pasadas 12-24 horas, se habrán puesto de parto el 86%. Pasadas 24 a 48 horas, se habrán puesto de parto el 91%. Y pasadas 48 a 96 horas, se habrán puesto de parto el 94% de las mujeres por sí solas, sin inducir.

  Teniendo en cuenta los descubrimientos sobre la acción de la oxitocina en el cerebro y la posible relación con el autismo infantil mencionados en este artículo, en algunos protocolos menos intervencionistas, el margen de espera puede ser de varios días. Por ejemplo, en el protocolo que yo aplico (idéntico al del King's College Hospital de Londres), las mujeres con bolsa rota esperan 4 días, de modo que el 94% de las que han roto la bolsa se ponen de parto sin necesidad de ser inducidas. En este abordaje, tras confirmar el bienestar del bebé, la mujer está en su casa pero adopta una serie de medidas para disminuir el riesgo de infección, como no bañarse, no mantener relaciones sexuales, y tomarse la temperatura varias veces al día; si sube de 37'5 debe acudir al hospital para comenzar la inducción. Una condición indispensable en esta forma de proceder es que no haya existido necesidad de realizar tacto vaginal, pues éste es una fuente de arrastre de gérmenes desde la vulva.

  Si la rotura de membranas hubiera ocurrido antes de cumplir 35 semanas, el bebé está siempre mejor dentro que fuera y, por tanto, lo recomendable es esperar sin inducir el parto, con las medidas adecuadas de vigilancia y de prevención de infecciones. Si hay signos de infección del líquido amniótico, entonces sí será necesaria la inducción.     

Hipertensión:

  A menudo la tensión arterial alta en el embarazo, como fuera del mismo, es de caracter emocional y no tiene ninguna trascendencia. Sin embargo, existe una enfermedad del embarazo llamada preclampsia que puede resultar mortal para el bebé y grave para la madre. Sus síntomas son la subida de la tensión, proteínas en la orina, análisis de sangre anormales en algunos parámetros, visión de luces u otras alteraciones en la visión, y dolor epigástrico parecido al de indigestión. En la mayoría de los casos, hasta la semana 37, se continúa el embarazo, pero exige un seguimiento estrecho pues si se agudiza se debe terminar el embarazo cuanto antes mediante inducción o cesárea. Después de la semana 32 hay mas probabilidades de que la inducción del parto tenga éxito, y además el bebé está más maduro para salir.

Diabetes:

  Un 2.6% de las mujeres embarazadas desarrollan diabetes durante el embarazo. En muchos casos  esta diabetes remite simplemente con cambios alimenticios y sólo exige vigilancia. Si no es así, es necesario recurrir a la insulina. Las diabetes que mantienen nivel de glucosa elevado en sangre o que tienen otros signos en la analítica tienen riesgo de complicaciones en el nacimiento, sobre todo si se manifiestan en el bebé. La alteración del bebé más fácil de detectar mediante ecografía es el excesivo percentil de peso del bebé para la edad gestacional. En estos casos está justificada una inducción del parto antes de cumplir 40 semanas.

Bebé demasiado grande:

  Los estudios realizados comparando protocolos de inducción de partos cuando se sospecha que el bebé es grande (más de 4 kg) con protocolos de espera no han demostrado que se reduzca el riesgo para el bienestar de la madre o del bebé. El mero hecho de que un bebé sea demasiado grande, pues, no es motivo para justificar una inducción ni mucho menos una cesárea (a excepción del caso de madre con diabetes gestacional). Esto quiere decir que prácticamente sólo el intento de parto sirve para conocer si es o no posible el parto vaginal.

Bebé demasiado pequeño:

  Estos bebés tienen 5 veces mas riesgo de enfermedad y muerte que los bebés de peso normal ya que cuentan con menos reservas de energía para afrontar el proceso del parto, lo cual los hace mas vulnerables. Sin embargo, actualmente no hay estudios que hayan demostrado que exista ningún beneficio de inducción del parto.

  La excepción es que, además de eso, se detecten alteraciones en la ecografía Doppler. Es conveniente por tanto realizar esta prueba a todo bebé cuya estimación de peso en la ecografía está por debajo del percentil 10. La ecografía Doppler muestra datos sobre la circulación de los que se puede detectar si existe una insuficiencia de la placenta, en cuyo caso, dependiendo de la edad gestacional, se buscará el mejor momento para inducción (o incluso directamente cesárea).

Parto anterior demasiado rápido:

  Un parto rápido se define como un parto con una duración de dos horas o menos. El objetivo de un protocolo de inducción programada de partos de mujeres que han tenido partos precipitados es reducir el riesgo de que no les de tiempo a llegar al hospital y tengan al bebé fuera del hospital. Pues bien, no hay ninguna evidencia de que un protocolo de inducciones por este motivo aporte ventajas.

Demasiados partos anteriores ( 4 o más)

  Mujeres que han tenido muchos partos tienen un mayor riesgo de parto muy rápido, de ruptura uterina y de hemorragia postparto. Pero los estudios realizados han demostrado que la inducción del parto por este motivo esta relacionada con un aumento cesáreas, y un mayor riesgo de rotura uterina (hay que decir que salvo el caso de inducción con cesárea previa, en el resto de los casos este riesgo es muy bajo).

Conveniencia de la madre:

  Hay mujeres que buscan amoldar la fecha a su agenda. Otras tienen necesidades verdaderas por cuestiones sociales, económicas o familiares. Toda decisión es respetable, pero no debería ocurrir que desconozcan los riesgos o inconvenientes de un parto provocado: es muy importante que tengan toda la información antes de optar por ello.

Disponibilidad del médico o de la clínica:

 Este motivo para inducir el parto de forma artificial es completamente ajeno al proceso fisiológico del embarazo. Conlleva el riesgo de que la inducción fracase y el parto termine como cesárea. El caso más típico que lleva a este tipo de inducciones es la excesiva dependencia emocional de un sólo profesional. La mujer embarazada a menudo busca sensación de seguridad y confianza en las personas de su alrededor. Además hay que tener en cuenta que el nacimiento de cada hijo está para casi todas las mujeres entre los eventos más importantes de su vida. No es de extrañar pues que deseen que su parto esté atendido por el profesional en el que han puesto su confianza. Lo ideal es que la atención al parto esté prevista por un equipo de un modo tal que cualquier miembro equipo transmita de antemano confianza a la mujer que va a parir, y que siempre haya alguien de ese equipo disponible para atender al parto. Es potencialmente dañino planificar el parto girando en torno a un solo profesional. Un ginecólogo o una matrona, obviamente, necesita periodos de sueño, de intimidad, de vida privada, de vacaciones, etc. La organización de la atención al parto debe ser en equipo de tal forma que estos derechos no choquen con el interés de la mujer.


Inducciones "desapercibidas"
  
  Yo llamo así a las inducciones que no se han considerado como tales. Son muy frecuentes. Son una buena parte de los partos clasificados como normales y, sobre todo, una gran parte de los partos que terminan en cesárea. Una mujer que está en los días en que podría ponerse de parto a menudo tiene dudas sobre cuándo es el momento adecuado de acudir al centro. Es habitual que cuando comienza con contracciones acuda. En el hospital es valorada por el médico o matrona para conocer si está de verdad  de parto. Los criterios de parto son básicamente dos:

1. Dilatación de 3 cm o más.
2. Contracciones regulares cada 3-5 minutos.

  Si cumple ambos criterios la mujer está de parto. Si sólo cumple uno de ellos o no cumple ninguno pero empieza a acercarse a cumplirlos, está en fase de pródromos de parto. Es crucial que el profesional diferencie claramente entre estas dos situaciones. Si es parto establecido, se comienza a actuar en base al protocolo de atención al parto con el que se esté trabajando. En muchos protocolos de atención al parto en España, se realizan acciones para estimular o acelerar el parto: rotura de bolsa, goteo de oxitocina de conducción, monitorización electrónica fetal, etc. Si cualquiera de estas intervenciones se realizan sobre una mujer que aún no está de parto, aunque esté ya en pródromos de parto, entonces lo que se está realizando es una inducción. La principal consecuencia negativa de este tipo de error es el aumento de cesáreas; en concreto, muchos centros tienen un alto índice de cesáreas por no progresión de partos que en realidad no eran partos y que no se debían aún haber considerado como tales. La principal causa de este error es la prisa. La prisa a veces procede de la mujer en su impaciencia por terminar el embarazo. Pues bien: la prisa es uno de los mayores enemigos del parto. El mejor remedio para esta prisa es adoptar una actitud de disfrute. Todos los momentos del embarazo son únicos y bellos y es importante disfrutar de cada momento del final del embarazo, aunque sólo sea porque va a terminar pronto esa etapa en la que a tu bebé lo sientes dentro.

Riesgos para el bebé

  El hecho de inducir el parto conlleva ciertos riesgos para el bebé. El parto se desencadena cuando llega el momento en el que el bebé esta preparado para la vida fuera del útero, mediante una serie de comunicaciones entre la madre y el bebé a través de reacciones químicas y hormonales. Si el parto se provoca antes de su inicio espontáneo, cabe el riesgo de que el bebé no estuviera preparado todavía para vivir fuera del útero y esto puede conllevar consecuencias negativas para su salud y su futuro desarrollo físico y mental.

Riesgo, incluso, de autismo

  Hay sospecha científica de que el uso de oxitocina artificial durante los partos en los últimos 40 años pueda estar siendo el responsable de que en las últimas décadas se esté incrementando alarmantemente en el mundo la incidencia de casos de autismo. Estas sospechas están basadas en estudios escandinavos de grandes muestras de nacimientos; la exlicación podría radicar en que la oxitocina administrada a la madre en el parto es responsable de que se inhiba la producción de oxitocina en el cerebro del propio bebé durante las horas previas y siguientes al nacimiento y, lo que sería más importante, la responsable de que durante toda la infancia ese niño carezca de un número suficiente de receptores oxitócicos en su cerebro. Como consecuencia de esto, el funcionamiento de la hormona del amor (oxitocina) se verá afectado y podría influir en como esta persona se comunica con la gente de su alrededor para el resto de su vida. Pues bien, estos posibles perjuicios de la oxitocina serían gravísimos pero aún no se consideran demostrados científicamente y no se están teniendo en cuenta a la hora de elaborar protocolos de atención al parto en los hospitales del mundo.

En resumen,

  los efectos secundarios de la inducción con oxitocina son, para la madre, incremento del dolor y de la sensación de sufrimiento, mayor tendencia a precisar una cesárea, mayor tendencia a necesitar intervenciones médicas en el parto, y mayor tendencia a la hemorragia postparto por retención de placenta (el útero que ha sido inducido con oxitocina tiene menos receptores a la oxitocina y se hace insensible a ella en el momento en que más debería responder: el momento de la salida de la placenta). Efectos secundarios para los bebés son mayor tendencia al sufrimiento fetal, a la ictericia del recién nacido y, como hemos visto, posiblemente al autismo. La decisión de provocar el parto es pues algo que no se debe valorar a la ligera. Sin embargo, si los beneficios sobrepasan a los riesgos, se debe hacer y en muchos casos puede ir muy bien y sin ninguna complicación.


Emilio Santos Leal, médico ginecólogo, médico psiquiatra, doctorsantos.com  Noviembre 2008




Bibliografía

"Fetus Tells Mother It's Time for Labor," Science

"Care in Normal Birth," The World Health Organization.

"Life in a Parallel World: A Bold New Approach to the Mystery of Autism," Newsweek, May 13, 1996.

Autism: An Expert Interview With Eric Hollander, MD

Oxytocin, Pitocin, and Autism: Researchers Wrestle With Links

Could oxytocin administration during labor contribute to autism and related behavioral disorders? - A look at the literature .

Association of the oxytocin receptor gene (OXTR) in Caucasian children and adolescents with autism.

Tyzio R et al.(2006) Maternal Oxytocin Triggers a Transient Inhibitory Switch in GABA Signaling in the Fetal Brain During Delivery. Science 314: 1788-1792

Masaje perineal.¿Cómo lo hago?







Una práctica que puede ayudarte a preparar el momento del parto es el masaje del periné o perineo (área comprendida entre la vagina y el ano). A partir de la semana 34 del embarazo y hasta el momento del parto, el masaje perineal ayuda reducir la posibilidad de desgarro o la necesidad de realizar una episiotomía.

Episiotomia, ¿qué es?

La episiotomia es un corte quirúrgico que se realiza a nivel vaginal y por el cual se corta la mucosa y el plano muscular. Hace unos años se realizaba de forma sistemática para evitar desgarros mayores, pero diversos estudios han demostrado que la episiotomia podía generar cortes de mayor tamaño, sangrado y dolor. Hoy en día las indicaciones de este corte no van por la vía de la prevención del desgarro, pero sí por la del mantenimiento del bienestar fetal en ciertos casos muy concretos y escasos.



Masajes Perineales como Preventivo

Los masajes pueden realizarse con aceites esenciales ( rosa mosqueta, por ejemplo),a partir de las 34º semana de gestación, durante 10 minutos, varias veces a la semana. 


Masaje perineal




Para realizar este masaje, aplicarse los aceites esenciales en el dedos pulgares e insertarlos de 2cm a 4cm dentro de la vagina y presionar hacia abajo, hacia el recto; manten esta presión constante al tiempo que mueves los pulgares por los laterales de la vagina formando una “U”. Es habitual sentir una sensación de quemazón, aunque la mujer no debe asustarse ni dejar de masajear. Esa sensación de disconfort viene dada por lo poco que se usa esa zona, por distensión, pero poco a poco se irá calmando.

Al masajear y practicar este ejercicio de relajación la mujer tomará conciencia de la sensación de presión que sentirá durante el parto. Al relajarse lo más posible durante el masaje se estará preparando para relajarse cuando el bebé esté a punto de asomar la cabeza al exterior.

Estudios científicos que demuestran la eficacia de este masaje:


Algunas opiniones en desacuerdo con el masaje perineal:

Gloria Lemay:

"Mucha gente cree que la integridad de la vagina y del periné en el parto son una cuestión de suerte, fortuna o un regalo que depende de las fuerzas que concurren en el momento del parto. Hay bastante folklore en torno a preparar o masajear el periné en el embarazo. Ninguna otra especie de mamíferos hace algo así. Decirle a una mujer que se de masajes en el periné durante el embarazo supone una falta de confianza en sus tejidos, que están perfectamente diseñados para parir al bebé."

Para más info sobre esta opinión:
http://www.episiotomia.info/index.php?option=com_content&task=view&id=19&Itemid=9 


 

"Los dolores de parto",documental del 2005




Los Dolores del Parto, un reportaje de Francesca Campoy que fue emitido en el programa Linea 900 en 2005, analiza las causas del aumento del número de cesáreas en nuestro país, considerado por algunos especialistas como uno de los grandes problemas de la ginecología española.

" De Parto" Documental del 2006


"De parto", con guión y dirección de Mariona Ortiz y Anna Masllorens se emitió en Documentos TV el lunes 30 de octubre de 2006, y se convirtió al instante en un referente básico para entender la atención al parto de nuestro país.
6 años después la situación sigue siendo muy similar.

Estreptococo positivo. ¿Es seguro el parto en casa?


Alrededor de un 10 - 20% de embarazadas son portadoras del Estreptococo B  Agalactie (EBA), ya sea en tracto intestinal o genital. Entre el 2 y 4% de  los bebés cuyas madres no han recibido tratamiento pueden contraer la  enfermedad, y de ellos, en torno al 50% pueden fallecer. El 75% de los bebés  afectados desarrollan la enfermedad durante las primeras 24 horas de vida,  aunque en algunos casos puede aparecer varias semanas o meses más tarde.

Existe mayor peligro de transmisión vertical del EBA cuando una madre  portadora se encuentra en uno de los siguientes casos: haber tenido  anteriormente un hijo que enfermó de EBA, fiebre al final del embarazo o  intraparto, rotura de membranas superior a 18 horas antes del nacimiento  y/o rotura de membranas antes de las 37 semanas. Por ello, los protocolos  actuales de seguimiento del embarazo incluyen la búsqueda del estreptococo a todas las embarazadas cuando están en el octavo mes, entre las semanas 35 y  37 de gestación. La penicilina es muy efectiva para tratar el estreptococo,  pero no está indicada antes del parto, pues se sabe que no previene la  enfermedad por EBA en el recién nacido. Sólo se debe tratar de inmediato si  se descubre el estreptococo en un urinocultivo.

El tratamiento intraparto tiene como objetivo que el bebé, en el momento de  su nacimiento, disponga de altos niveles de penicilina en sangre para combatir la bacteria.Para ello se
administran 2 gr. de penicilina a la madre al comienzo del parto, y cada  cuatro horas 1 gr. hasta el nacimiento. El tratamiento hospitalario siempre  es endovenoso, y como asisto partos en casa y no me parece adecuado colocar  una vía de este tipo, busqué una alternativa, pues mi hermana era portadora y yo la iba a asistir en casa.

Estuve preguntando a diversos profesionales que atienden partos en casa y  encontré las siguientes opciones:

-No hacer nada y seguimiento intensivo del bebé las primeras horas.

-Tratamientos homeopáticos de óvulos vaginales y en gránulos para tomar  junto con baños de asiento de tomillo y cola de caballo.

-Inyección de penicilina intramuscular al iniciar el parto.

-Administración de 1gr. de pantomicina oral cada 8 horas desde el inicio del  parto.

Probamos una semana el tratamiento homeopático y, tras repetir el cultivo,  los resultados volvieron a dar positivos.

No me convencía ninguna de las otras opciones, así que investigando en  Medlines(Merenstein, G.B.; Todd, W.A.; Brown, G; Yost C.C. y Luzier, T:  Groups B-Hemolytic Streptococus, Obstet-Gynecol., 55, 315-318) con ayuda de un amigo pediatra encontré un estudio científico en el que la conclusión  era que cuando se administran las mismas dosis de penicilina intraparto,  pero por vía oral en vez de endovenosa, al cabo de dos horas, en el torrente sanguíneo de la madre hay la misma dosis de penicilina que cuando se ha administrado vía endovenosa.

O sea, que el tratamiento de penicilina vía oral es seguro y efectivo en el  parto en casa. Lo único a tener en cuenta es que hay que empezar pronto, en  cuanto aparecen las primeras contracciones, para que al cabo de dos horas, la penicilina llegue al torrente sanguíneo del bebé a través de la placenta.

El día que mi hermana se puso de parto tomó al inicio, todavía en fase de  pródromos, la primera dosis de 2 gr. de amoxicilina oral (4 cápsulas de 500  mg.), y al cabo de 4 horas administramos 1 gr. (2 cápsulas). Dos horas  después, mi sobrino nació en una piscina que habíamos montado en el comedor. Es obvio decir que es un niño precioso y sano que no ha tenido ningún problema con el EBA.

Posteriormente he atendido otros partos de mujeres portadoras de EBA y he  optado por informarles del tratamiento oral, han estado de acuerdo y se han  tratado intraparto por este procedimiento.


Inma Marcos. Comadrona

Estreptococo positivo. ¿ Está mi bebé en peligro?



 
 El Estreptococo Agalactiae es una especie bacteriana. También se conoce como Estreptococo grupo B, aunque este nombre es menos especifico porque hay otros estreptococos del grupo B que no son el Agalactiae. Está presente en el intestino delgado en casi todas las personas, pero se muere por acción de la bilis, por lo que sólo está presente en el colon en una de cada cuatro personas. Cuando está en el colon suele estar también en el recto y en los genitales. Por ello se encuentra en la vagina de una de cada cuatro mujeres. Se considera un germen normal de la flora vaginal; no es una infección que pueda afectar a un adulto que esté colonizado y no hace falta tratamiento; es una especie bacteriana más de las que forman la flora habitual vaginal.

Muchas de las mujeres que tienen este germen en su vagina lo pasan al recién nacido, pero en la mayoría de los casos se queda en la piel y no le causa ningún daño. Sin embargo, aproximadamente en uno de cada 500 partos en los que la madre tenía Streptococo Agalactiae, no sólo coloniza la piel del bebé, sino que pasa a sus pulmones y origina una neumonía: el estreptococo invade las células de los alveolos pulmonares; y de ahí pasa a la sangre, causando septicemia. En un adulto no ocurriría esta septicimia; el Estreptococo quedaría en los pulmones como neumonía, que se curaría sin pasar a la sangre. El paso a la sangre en los recién nacidos se produce porque estos, a diferencia de los adultos, no tienen en sus alveolos unas células defensoras llamadas macrófagos (células que se "comen" a las bacterias). También puede ocurrir la neumonía por Estreptococo Agalactiae en ancianos, ya que estos tienen un sistema inmunológico más débil.

Hay dos momentos en que puede aparecer la sepsis en el recién nacido: 1) cuando aparece en la primera semana se llama sepsis precoz y 2) cuando aparece después, dentro de los tres primeros meses, se llama sepsis tardía; el tratamiento de la sepsis tardía es más prolongado. Son algo diferentes porque en la sepsis precoz suelen predominar los síntomas de neumonía: síntomas respiratorios, mientras que la tardía suelen predominar los síntomas de meningitis: los síntomas neurológicos. Los síntomas principales son:

  • falta de perfusión sanguínea en la piel,
  • dificultad o escasez repiratoria
  • letargia (se mueve poco)
  • irritabilidad,
  • moteado de puntos rojos en la piel,
  • falta de interés en alimentarse (deja de mamar),
  • fiebre

Cualquier recién nacido con alguno de estos síntomas debe ser visto por un pediatra con urgencia. En algunos casos raros, la sepsis es "más precoz" aun y entonces este gérmen puede causar un aborto tardío (bebé que se muere dentro del útero en torno a los 4 meses de embarazo o después). Realmente es una causa poco frecuente de aborto, pero hay que pensar en ello cuando se ha producido un aborto en el segundo trimestre.

Dada la gravedad de la sepsis del recién nacido, se han buscado formas de disminuir su incidencia. Así, los pediatras, asignan un grado de riesgo a cada bebé que nace. Consideran que un recién nacido es de "riesgo" cuando tiene uno de los siguiente factores de riesgo de infección:
  • cuando es pretérmino
  • cuando la madre estuvo más de 24 horas con la bolsa rota en el parto,
  • cuando la madre tuvo fiebre en el parto
  • cuando la madre había tenido otro hijo anteriormente con infección
  • cuando la madre tenía factores de riesgo y no recibió antibiótico con antelación de más de 2 horas.

En estos casos "de riesgo" los pediatras hacen un seguimiento exhaustivo al recién nacido durante las primeras 12 horas, mirando cada hora o cada dos horas el estado general, el movimiento del pecho en las respiraciones, el aleteo nasal, la piel para confirmar que existe buena perfusión, la forma de mamar, el tono muscular, la temperatura, la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria. Los pediatras tienen criterios para seleccionar casos de "alto grado de riesgo"; a efectos de entender fácilmente estos criterios, aunque no es exacto, podemos considerar que consideran alto grado de riesgo los casos en que existen, no solo uno, sino dos de los anteriores factores. En estos casos toman muestras para cultivo del germen en distintos sitios (sangre, piel, ombligo, oidos) y mientras aparecen los resultados, comienzan la administración de antibióticos.

Por su parte, el ginecólogo tambien ha pasado a tener un papel en la reducción de esta grave enfermedad. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, recomienda un protocolo de detección consistente en lo siguiente:

  1. todas las mujeres embarazadas cuando les queda un mes para la fecha probable de parto, se hacen una toma de exudado de flujo vaginal; algunos ginecólogos, en un ánimo de abarcar más casos, hacen la toma también en el recto y algunos, incluso, hacen una toma previa a la mitad del embarazo;
  2. este exudado de flujo vaginal se envía al laboratorio, donde se cultiva y se observa si ha habido crecimiento del Estreptococo Agalactiae; si se hicieron varias tomas, se considera positivo con una sóla en la que el resultado fuera positivo.
  3. si no creció nada, no se hace nada; si crecieron otros gérmenes, no suele hacer falta tampoco hacer nada; si crecieron hongos, en la siguiente visita se le preguntará a la mujer si tiene picor en la vagina y, si lo tiene, se administrará una dosis vaginal de antifúngico.
  4. si crece Estreptococo Agalactiae, esa mujer cuando esté de parto (contracciones regulares y dilatación de más de 3 cm) comenzrá a recibir una dosis de antibiótico intravenoso cada 4 o 6 horas, hasta el nacimiento del bebé.

Este protocolo de screening generalizado se realiza en España, al seguirse la pauta utilizada en Estados Unidos y Canadá. Sin embargo no se realiza en la mayoría de los países del norte de Europa. ¿Por qué?. Porque en los países del norte de Europa se tiende a hacer lo que se llama medicina basada en la evidencia; la medicina basada en la evidencia significa que sólo se ha de hacer algo si claramente se demuestra que es beneficioso. En Europa del Norte, a diferencia de Estados Unidos, está muy arraigado en medicina el principio de que si algún tratamiento no es claramente beneficioso, entonces puede ser perjudicial. Este es el principio básico de la medicina basada en la evidencia que, en realidad, coincide con el famoso principio de Hipócrates. Hipócrates fue un médico de la antigua Grecia, a quien se considera el padre de la medicina. Pues bien, el principio de Hipócrates decía: "Primum non nocere", que quiere decir, "lo primero no hacer daño".

La cuestión es que la aplicación de este protocolo de screening universal del Estreptococo sí ha demostrado que es útil para que haya menos sepsis neonatales precoces. Pero ha demostrado que no consigue cambiar la incidencia de sepsis tardías. Y también está demostrado que no disminuye las secuelas de estas sepsis ni disminuye el número de bebés que mueren por culpa de estas sepsis. En conclusión: haciéndolo hay menos sepsis, pero las que hay son más graves y al final mueren el mismo número de bebés por culpa de la misma. Realmente no se ha inventado aún un protocolo adecuado que de verdad sea útil en la disminución de las secuelas de las sepsis neonatales. En el Reino Unido, por ejemplo, este cultivo para estreptococo sólo se hace cuando una mujer tiene factores de riesgo, de los cuales el principal es haber roto la bolsa antes del parto. Cuando rompe la bolsa se toma muestra vaginal para cultivo, y si pasan más de 24 horas con la bolsa rota y el cultivo ha resultado positivo se comianza la administración de antibiótico intravenoso hasta el nacimiento; otros factores de riesgo de la madre son los antecedentes de otros hijos que padecieran sepsis o neumonía al nacer.

En resúmen, lo que dice la investigación científica al respecto es lo siguiente:


Esta falta de efectividad de este protocolo se debe posiblemente a varios factores: primero, al administrar antibiótico a tal cantidad de mujeres (una de cada cuatro), los gérmenes en la población van haciéndose cada vez más resistentes a los antibióticos; segundo, hay sepsis por otros gérmenes, no solo por Estreptococo Agalactiale; al tratar con antibioticos didrigidos a este germen, aparece una mayor incidencia de sepsis por Escherichia Coli, por ejemplo.

Pero además, en España o Estados Unidos, al aplicar este protocolo, se está administrando antibiótico en el parto a una de cada 4 mujeres. Y no es completamente inocuo. Trabajos de investigación del departamento de Bromatología de la Universidad Complutense de Madrid están demostrando que la administración de antibiótico durante el parto es un factor predisponente a mastitis del pezón; es lógico: al eliminar gérmenes del cuerpo de la mujer con un antibiótico, se desestabiliza la flora protectora y crecen más gérmenes patógenos. Además, la administración de un antibiótico intravenoso es un factor más que en los hospitales contribuye a la inmovilización de la mujer de parto y a la medicalización del proceso.

Hay medidas de prevención sencillas, de sentido común y que todo profesional debería aplicar, como:

  1. minimizar el número de tactos vaginales en los partos, especialmente cuando la bolsa ya está rota
  2. favorecer al máximo la lactancia materna, fuente fabulosa de anticuerpos defensores, precisamente, contra los gérmenes que la madre pueda llevar
  3. disminuir al máximo el grado de estrés del recién nacido; el estrés es uno de los principales inhibidores del sisteme inmunológico
  4. favorecer que los primeros gérmenes que el recién nacido tome por la boca sean procedentes de la madre; el aparato digestivo es mucho más difícil de traspasar para los gérmenes en su "intento" de llegar a la sangre, y el aparato digestivo está plagado de células del sistema inmunológico que preparan la defensa. Es importante en los recién nacidos que puedan formar adecuadamente su flora intestinal. Antiguamente se creía que había que proteger a lor recién nacidos de todo tipo de gérmenes; hoy se sabe que se debe favorecer que los recién nacidos, mediante la lactancia y el contacto piel con piel, adquieran cuanto antes, los gérmenes que van a formar su flora intestinal y que deben proceder de la piel de la madre, quien en el embarazo y en la lactancia, ha proporcionado al bebé los anticuerpos exactos que necesita para esos gérmenes; son gérmenes amigos que protegen de los enemigos. Hay entornos para el parto donde estos factores se cuidan al máximo, por ejemplo, la asistencia al parto en casa. En este tipo de entornos para el parto, la probabilidad de sepsis neonatal es mucho más rara que en los hospitales.

Hay también "tratamientos naturales" pero a decir verdad no han demostrado su utilidad. Por ejemplo, administrar un ajo intravaginal; el ajo tiene propiedades antibacterianas; la forma de usarlo consiste en atar el ajo con un hilo (para poder sacarlo después) y mantenerlo 24 horas dentro de la vagina; debe dejarse con la piel pues de lo contrario puede ser irritante. Con el ajo no se han realizado estudios de investigación; pero hay que decir que si se han realizado con una pauta del antiséptico clorhexidina (un antiséptico que se puede aplicar en la vagina justo antes del nacimiento) y el resultado es que aparentemente elimina los estreptococos de la vagina pero no es útil para disminuir el número de sepsis.